ME GUSTABA… mi maniquí C9

La llamaba C9 porque era lo que llevaba impreso en su cráneo desprovisto de pelo. Me la regaló Sabina.

Siempre tan altiva, tan cool, tan provocadora… Vigilaba la puerta de mi dormitorio sin excesiva convicción.

Era un maniquí de escaparate rechazado porque su maquillaje indeleble ya no era fashion (el mundo de la moda es así de cruel) o quizás porque en algún cambio de ropa perdió su mano izquierda.

Me gustaba mucho. Pero un desgraciado accidente hizo que cayera al suelo haciéndose pedazos. Desconozco el material de que estaba hecha (debía haberse fabricado en los 70) pero el golpe acabó con ella.

Por favor si alguien tiene un maniquí que quiera dar en adopción que me escriba. En mi casa tendrá los mayores cuidados, se sentirá viva otra vez, deseada. La cambiaremos de ropa regularmente (mi hija se encarga), será admirada por los numerosos invitados que nos visitan y servirá de modelo fotográfica ocasional.